¡Deja de memorizar a ciegas las terminaciones de los adjetivos alemanes! Una historia para que las entiendas de una vez por todas.

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¡Deja de memorizar a ciegas las terminaciones de los adjetivos alemanes! Una historia para que las entiendas de una vez por todas.

Al mencionar el alemán, ¿qué es lo que más te trae de cabeza?

Si tu respuesta es "las terminaciones de los adjetivos", ¡felicidades, no estás solo! Esas terminaciones que cambian una y otra vez según el género, número y caso del sustantivo, como una pesadilla, son, simplemente, el "primer gran obstáculo" que desanima a los principiantes.

Todos lo hemos vivido: frente a una tabla de declinaciones complicada, tirándonos de los pelos y memorizando a la fuerza, y al intentar decir la primera frase, ya nos equivocábamos.

Pero, ¿y si te dijera que las declinaciones de los adjetivos alemanes en realidad no requieren memorización a ciegas? Detrás de ellas hay un conjunto de reglas muy inteligente, incluso se podría decir que elegante, que rigen en el "mundo laboral" (de las palabras).

Hoy, con una simple historia, te ayudaremos a entender esta lógica de una vez por todas.

Un empleado que "lee" a su jefe

Imagina que cada sintagma nominal en alemán es un pequeño equipo con roles bien definidos.

  • Artículo (der, ein...) = El Jefe
  • Adjetivo (gut, schön...) = El Empleado
  • Sustantivo (Mann, Buch...) = El Proyecto

En este equipo, la tarea principal del Empleado (adjetivo) es una sola: comprobar y rellenar los huecos.

La responsabilidad principal del Jefe (artículo) es dejar clara la información clave de este Proyecto (sustantivo), es decir, su "género" (masculino/neutro/femenino) y su "caso" (su función en la oración).

Y el Empleado (adjetivo) es muy "avispado": primero observa hasta qué punto el Jefe ha hecho su trabajo, y luego decide qué es lo que él necesita hacer.

Entendiendo esta premisa, veamos tres "escenarios laborales" comunes.

Escenario uno: El Jefe es supercompetente (Declinación Débil)

Cuando en el equipo aparece un artículo definido como der, die, das, es como si llegara un Jefe supercompetente y con instrucciones clarísimas.

Observa:

  • der Mann: El Jefe te dice claramente que el Proyecto es “masculino, nominativo”.
  • die Frau: El Jefe te dice claramente que el Proyecto es “femenino, nominativo”.
  • das Buch: El Jefe te dice claramente que el Proyecto es “neutro, nominativo”.

El Jefe ha dejado toda la información clave meridianamente clara. ¿Qué tiene que hacer el Empleado (adjetivo)?

¡Nada de nada, puede escaquearse!

Solo necesita añadir simbólicamente un -e o un -en al final, como un "leído y recibido", y el trabajo estará hecho.

Der gut_e_ Mann liest. (El buen hombre está leyendo.)

Ich sehe den gut_en_ Mann. (Veo al buen hombre.)

Regla clave: Si el Jefe es fuerte, yo soy débil. Si el Jefe da toda la información, el Empleado usa la terminación más simple. Esta es la llamada "declinación débil". ¿A que es sencillo?

Escenario dos: El Jefe no vino hoy (Declinación Fuerte)

A veces, en el equipo simplemente no hay Jefe (artículo). Por ejemplo, cuando te refieres a cosas de manera general:

Guter Wein ist teuer. (El buen vino es caro.)

Ich trinke kaltes Wasser. (Bebo agua fría.)

El Jefe no está, nadie proporciona la información de "género" y "caso" del Proyecto, ¿qué se hace?

En ese momento, el Empleado (adjetivo) tiene que dar un paso al frente y asumir toda la responsabilidad. No solo tiene que describir el Proyecto, sino que también debe mostrar claramente toda la información clave (género y caso) que el Jefe no proporcionó.

Así que te darás cuenta de que, en esta situación de "ausencia del Jefe", la terminación del Empleado (adjetivo) es ¡casi idéntica a la de aquel "Jefe supercompetente" (artículo definido)!

  • der → guter Wein (masculino nominativo)
  • das → kaltes Wasser (neutro acusativo)
  • dem → mit gutem Wein (masculino dativo)

Regla clave: Si el Jefe no está, yo soy el Jefe. Sin artículo, el adjetivo debe usar la terminación más fuerte para complementar toda la información. Esta es la "declinación fuerte".

Escenario tres: El Jefe es vago (Declinación Mixta)

Llega la situación más interesante. Cuando en el equipo aparece un artículo indefinido como ein, eine, es como si llegara un Jefe que habla a medias y es un poco vago.

Por ejemplo, el Jefe dice:

Ein Mann... (Un hombre...)

Ein Buch... (Un libro...)

El problema es el siguiente: Solo con ein, no puedes estar 100% seguro si es masculino nominativo (der Mann) o neutro nominativo/acusativo (das Buch). ¡La información está incompleta!

En ese momento, el Empleado "avispado" (adjetivo) tiene que salir a "salvar la situación".

Él complementa la información con precisión, justo donde la información del Jefe es ambigua.

Ein gut_er_ Mann... (El "ein" del Jefe es ambiguo, el Empleado lo complementa con -er para indicar masculino.)

Ein gut_es_ Buch... (El "ein" del Jefe es ambiguo, el Empleado lo complementa con -es para indicar neutro.)

Pero en otros casos donde la información es clara, como en el dativo einem Mann, el -em del Jefe ya ha proporcionado suficiente información, y el Empleado puede volver a "escaquearse":

mit einem gut_en_ Mann... (El "einem" del Jefe es muy claro, el Empleado solo necesita usar el simple -en.)

Regla clave: Lo que el Jefe no aclara, yo lo complemento. Esta es la esencia de la "declinación mixta": solo interviene cuando es necesario, complementando la parte de información que falta del artículo indefinido.

Di adiós a la memorización a ciegas