Si solo hablas inglés en el extranjero, te conviertes en una "persona invisible"

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Si solo hablas inglés en el extranjero, te conviertes en una "persona invisible"

¿No has escuchado alguna vez algo como esto: “¿Te vas a Países Bajos? ¡Oye, no te preocupes, hablan inglés mejor que los propios británicos, no hace falta aprender neerlandés para nada!”?

Esto suena muy tranquilizador, pero también puede ser una trampa sutil. Te hace creer que, al tener el inglés como tu "pasaporte universal", podrás moverte sin problemas. Pero la realidad es que quizá solo hayas comprado un "billete de turista", siempre al otro lado de una pared de cristal invisible, observando cómo la vida real se desarrolla ante tus ojos con todo su bullicio, mientras tú no consigues integrarte.

Lo que crees que es "sin barreras", en realidad es un "simple velo"

Imagina que te invitan a una fiesta familiar genial.

Los anfitriones son muy amables y, para que te sientas a gusto, se esfuerzan en hablar contigo en el "idioma estándar" (inglés). Puedes conseguir comida y bebida sin problema y charlar un poco con todos. Como ves, sobrevivir no es ningún problema.

Pero pronto te darás cuenta de que la verdadera diversión de la fiesta —los chistes realmente graciosos, las bromas íntimas entre familiares, las tiernas historias para antes de dormir— todo eso ocurre en la "lengua materna" (neerlandés).

Cada vez que estallan en carcajadas, tú solo puedes sonreír cortésmente, mientras te preguntas por dentro: “¿De qué se estarán riendo?”. Eres como un "invitado" bienvenido, pero nunca un "miembro de la familia".

Esta es la cruda realidad de vivir en Países Bajos solo con inglés.

  • En el supermercado, eres un "maestro de las adivinanzas": Quieres comprar champú y acabas llevando a casa acondicionador. Buscas avena y por poco le echas comida para perro a tu desayuno. Porque todas las etiquetas, desde los ingredientes hasta la información sobre descuentos, están en neerlandés.
  • En la estación de tren, eres un "pasajero ansioso": En los altavoces anuncian cambios importantes de andén y en las pantallas parpadea el nombre de la siguiente estación, pero todo en neerlandés. Solo puedes aguzar el oído y abrir bien los ojos, temiendo pasarte de parada en cualquier momento.
  • En tu vida diaria, eres un "forastero": Las cartas del banco, las notificaciones del ayuntamiento, incluso los menús de voz automáticos de la compañía telefónica, todo está en neerlandés. Todo esto está intrínsecamente relacionado con tu vida, pero te sientes como un "analfabeto" y necesitas pedir ayuda para traducir a cada paso.

Sí, los neerlandeses son muy amables. Cuando te ven con cara de confusión, cambian de inmediato a un inglés fluido para ayudarte. Pero esta sensación de "ser atendido" precisamente te recuerda: que eres un "extraño" que necesita un trato especial.

El idioma no es una barrera, sino una "clave secreta"

Entonces, ¿es imprescindible hablar neerlandés tan bien como un nativo?

Claro que no.

La clave está en que aprender el idioma local, aunque sean solo unas pocas frases de saludo simples o una torpe presentación, es como decirles una "clave secreta".

Esta clave secreta significa: "Respeto tu cultura y quiero entenderte de verdad".

Cuando dices "Quiero un pan" en neerlandés en una panadería, aunque sea con dificultad, quizá no solo recibas un pan, sino también una sonrisa radiante y sincera del dependiente. Esa sensación de conexión instantánea no se puede conseguir con el inglés, por muy fluido que lo hables.

  • Si sabes un poco de neerlandés, pasas de ser un "turista" a un "vecino interesante". Los lugareños se sorprenderán gratamente por tu esfuerzo y estarán más dispuestos a iniciar una conversación de verdad contigo.
  • Si sabes un poco de neerlandés, pasas de ser una "persona ansiosa" a alguien que vive la vida con más tranquilidad y confianza. Podrás entender la información sobre descuentos del supermercado, comprenderás los avisos de trenes y la incertidumbre en tu vida diaria se reducirá enormemente, dando paso a una sensación de tranquilidad y confianza.
  • Si sabes un poco de neerlandés, derribas esa "pared de cristal". Podrás entender los chistes entre amigos y conversar con ellos a un nivel más profundo. Ya no serás un "invitado" en la fiesta, sino un amigo realmente "aceptado en el círculo".

No dejes que el idioma sea el último obstáculo para hacer amigos

La verdadera comunicación es un choque de corazones, no una traducción lingüística precisa.

Cuando chatees con amigos neerlandeses recién conocidos y quieras compartir vuestras historias de forma más profunda, el idioma no debería ser un obstáculo. En ese momento, una herramienta de chat con función de traducción por inteligencia artificial, como Intent, te resultará muy útil. Puede ayudarte a salvar la brecha lingüística, haciendo que cada conversación sea más sincera y profunda, sin la incómoda necesidad de cambiar constantemente entre "hablar neerlandés o inglés".

Al final, la decisión de aprender o no un nuevo idioma es tuya. Puedes elegir quedarte en tu zona de confort y ser un "turista" relajado.

Pero también puedes elegir dar ese pequeño paso y aprender esa "clave secreta".

Esto no tiene que ver con el talento, ni con lo bien que acabes aprendiendo. Se trata de una elección: ¿quieres ver el mundo a través de un cristal o quieres abrir la puerta y entrar de verdad, para ser parte de la historia?