Lo que de verdad impulsa tu nivel en un idioma extranjero no es qué tan bien hablas, sino qué tan bien sabes “mostrarte vulnerable”.
¿No has vivido un momento así de “trágame tierra”? Estás en lo mejor de una plática con un extranjero, y de repente acelera, soltando una avalancha de palabras que no entiendes. Te quedas en blanco, ...